Fernando A. García, Buenos Aires, 19 de febrero de 2012
La importancia y sentido de los Parques de Estudio y Reflexión ha sido resaltada de distintas maneras: son faros de la humanidad, son albergue de lo sagrado, son cohesores de lo nuestro, son refugios de recomposición interna, etc. Sin embargo, no obstante lo que todos sabemos, de hecho los Parques no tienen otro sentido para cada uno que el que cada uno les dé. Esto responde a la pregunta: ¿Qué son para mí los Parques de Estudio y Reflexión?
El sentido que tengan para uno puede ser simplemente dado, empírico, según las vivencias asociadas a ellos de manera espontánea. Pero también a los Parques se los puede dotar de un sentido que sea elegido, intencionado, fruto de una reflexión y un acto querido.
¿Para qué quisiera uno darles un sentido intencional? A esto se puede responder de muy distintas maneras, y la mejor será sin duda la que cada uno sienta como verdadera y propia.
En todo caso, siempre estarán operando los mecanismos propios de la representación, de las funciones trasformadoras y movilizadoras de la “imagen” con sus “cargas”, sus “transferencias” y sus “conversiones”. Tal como nos explica Silo en “La Mirada Interna” , los lugares (así como las personas y demás) se pueden “cargar” y pueden “restituir” dicha “carga”. Y esto tendrá que ver con la representación que de ellos se tenga y los actos internos referidos a ellos.
Esto también actúa según los Aforismos . Como dice el tercero, "Los pensamientos repetidos con fe, producen y atraen el máximo de fuerza en las acciones". El Parque, en sus diversos ámbitos y actividades, puede ser “cargado” con un especial sentido. El Parque será según lo que cada uno haga con él. Esto se hace asociando al Parque los pensamientos, las emociones y las acciones que sean apropiadas para el sentido que queramos darle. Se hace repitiéndolas con fe. Esa será la “realidad” del Parque que “construyamos”. Y esa “construcción” interna no sólo se hará cuando estemos en el Parque, sino también antes y después, cuando lo evoquemos o lo imaginemos a futuro.
Entonces, así el Parque “devolverá” según lo “cargado”. Produciremos y atraeremos el máximo de fuerza en las acciones en lo referido al Parque. Esas “acciones” no serán sólo actividades motrices, sino también emociones altas y pensamientos inspirados. Y esto se traducirá en la calidad y la intensidad de las vivencias en el Parque. Se reflejará en nuestras Ceremonias, en nuestros Pedidos, en los retiros, talleres y seminarios que hagamos en los Centros de Estudio y de Trabajo, en la conexión con su Monolito, su Fuente, su Sala y, sobre todo, en la relación con nuestros amigos y amigas. Atravesar su Portal será también una experiencia que marque un “afuera” y un “adentro”, una transición entre lo “profano” y lo “sacro”. De esta manera podemos “sacralizar” al Parque, conectándolo quizá con nuestro Propósito.
Obviamente, y por el contrario, así como el Parque puede ser “cargado” con un sentido elevado, también puede ser “cargado” con otros sentidos más o menos “profanos” y mundanales.
Sea como fuere, así como la “carga” puede tener una cierta intensidad, también tendrá un cierto signo y una cierta dirección.
En un cierto sentido, “cargar” el Parque es como realizar un “Pedido”, y lo que se pide –como bien se sabe- tiene sus consecuencias. Paradójicamente, el desentenderse de todo esto y no elegir, es también elegir y también tiene sus consecuencias. Y esas consecuencias no quedan sólo en mi interioridad, sino que alcanzan a quienes comparten el ámbito.
En definitiva, si mi “mirada” organiza mi “paisaje” con respecto al Parque, entonces que mi corazón afirme: «¡Quiero la realidad que construyo!». Y con ese cedazo lo “miraré” para convertirlo en nuestro querido “Parque”.
-------------------------------------------------------------------------------------
El Mensaje de Silo. El Libro. La Mirada Interna. XVI. Proyección de la Fuerza, y XVIII. Acción y Reacción de la Fuerza.
El Libro de La Comunidad, Capítulo III, A. Temas Formativos, Los Aforismos. También en el Manual de formación personal para los miembros del Movimiento Humanista, y en el Manual de Temas Formativos y Prácticas para los Mensajeros.
Silo Obras Completas Vol. I. Humanizar la Tierra. El Paisaje Interno. II. La Realidad.10 y III. El Paisaje Externo. 7